viernes, 27 de febrero de 2009

PAISAJES DE PASO DE MATA

ALGUNAS FOTOS DE PASO DEMATA, COMO UN IMPONENTE GUARDIAN, EL CERRO DE LA CAJA












PINTURA DEL CERRO DE LA CAJA






Técnica: Óleo sobre tela
Autor: José R. Mejía, Pbro.

PASO DE MATA, SAN JUAN DEL RÍO, QRO. PARROQUIA DE JESÚS EL BUEN PASTOR













“Yo soy el Buen Pastor, yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mi”

Se cuenta en una leyenda, que por el año de 1700, en lo que era el camino real que llevaba a San Juan del Río, constantemente se dejaba ver un hombre llamado Justo Mata que se dedicaba a asaltar las diligencias que transitaban por ahí. El camino real, que aun hoy es visible en algunas partes, atravesaba a un costado del cerro de la caja, este altillo que es visible desde San Juan del Río y desde la autopista que hoy lleva a Querétaro y pareciera que es como un imponente gigante que custodia a sus pies el Pueblo de Paso de Mata.
El nombre de Paso de Mata le viene a este poblado precisamente por Justo Mata, que cuando atracaba, el botín le escondía en algunos túneles naturales que el cerro de la caja tenía y que, hoy en día -en su mayoría- ya están enzolvados. Ha sido así como ha empezado a conocerse el lugar como “El Paso de Mata”, aunque en algunos documentos aparece el nombre de “Piedras azules de Paso de Mata”; tal vez sea porque, viendo a lo lejos el cerro de la caja de, en las rocas que coronan su parte frontal, se miran algunas peñas adornadas con líquenes de tono azulado. Lo cierto es que actualmente este pueblo que se encuentra a los pies del cerro de la caja es comúnmente conocido como “Paso de Mata”.
Existe también una leyenda, ya poco difundida, que cuenta que el cerro de la caja encierra en sus entrañas tesoros que el mismo Mata enterraba y que luego les perdía la pista, quedando estas riquezas atrapadas entre el tiempo, piedras y tierra. Según el cuento, si se hacia un pacto con el diablo, este, a cambio del alma, permitía llevar algo de dinero. Sin embargo, hasta ahora, no se ha sabido de nadie que se haya enriquecido de esta manera tan gratuita, claro esta, esto es solo una leyenda.
Respecto a la fundación de nuestro pueblo, la parroquia de San Juan del Bautista constata en sus archivos, que ya existían pobladores en Paso de Mata desde 1779. La hacienda de Cazadero, propiedad en aquel entonces de Don Miguel Peón, extendía sus terrenos hasta el Paso de Mata actual. Este dato nos indica que las primeras personas que habitaban en los terrenos de nuestro pueblo acudían a la Parroquia Madre de nuestro Municipio, San Juan Bautista, en San Juan del Rió, y ahí recibían los sacramentos del bautismo y del matrimonio y demás servicios espirituales. El pueblo no se fundo en el lugar actual; en los que ahora son sitios de agostadero, se encuentran algunas marcas que nos indican los primeros sitio de fincas, "los chocolones, las ruinas y la era" nos indican los vestigios del primer pueblo. De estas mismas fuentes, los archivos parroquiales de la Parroquia de San Juan del Río, se sabe que las primeras familias que se asentaron en Paso de Mata llevaban los apellidos Trejo, Bautista, Osornio, Lorenzo, Estrella y Chavero, algunos de estos apelativos ya no existen en la población de hoy en día. Mas tarde, ya fundado el pueblo, llegaron otras familias como los Chávez, López, Enríquez, Jiménez, Reséndiz y poco mas tarde, los Mejía entre otros.
La primera capilla para el culto católico con la que contó nuestro pueblo, se cree que se construyo en 1910, y ya por estas fechas celebraban la fiesta en honor a la Santísima Virgen María de Guadalupe para agradecer a Dios por las cosechas. En 1925, siendo mayordomo de la capilla y administrador de la Hacienda de Cazadero, el Sr. Joaquín García, trajo por vez primera, para amenizar la fiesta de ese año, a la Banda de Humilpan. A la par, y por ese mismo tiempo, motivados por Don Saturnino Osornio y gente del Sitio, algunas personas de Paso de Mata se empiezan a organizar para solicitar tierras para el cultivo, sin embargo, con la mentalidad de que esta era una idea diabólica, algunos pobladores emigran a otros lugares, pues consideraban que “quitarles” la tierra a los “patrones” era un pecado “imperdonable”. Este movimiento dividió a los pobladores de aquel entonces, y algunos permanecieron en Paso de Mata para recibir sus tierras y otros se marcharon para instalarse en otros lugares como a Pedro Escobedo, Tequisquiapan, San Juan del Río y otros sitios aledaños. Ya en 1929 existe un Comité Agrario representado por los Sres. Martín Chávez, Rutilo Pérez Enríquez y Santos Chávez. En 1930 se levanta la primera cosecha sembrada en tierras ejidales. No se sabe a ciencia cierta si en la fundación del pueblo toma la fecha de la primera fiesta formal en 1925, o la fecha de la primera cosecha ejidal en 1930.
Actualmente Paso de Mata es cabecera Parroquial y lleva por nombre “Parroquia de Jesús el Buen Pastor”, en el pasado, nuestra comunidad pertenecía a la jurisdicción eclesial de la Parroquia de San Juan Bautista, por algún tiempo, Paso de Mata fue Vicaria fija y prestaron sus servicios los Padres Alejandro Ledesma e Ismael Hernández (q. e. p. d.), además de innumerables sacerdotes que fueron Párrocos y Vicarios en la Parroquia de San Juan del Río. A petición del Padre Francisco Herrera, quien fuera párroco de San Juan por casi 20 años, y que hace un par de años que ha fallecido, se promueve la comunidad de Paso de Mata como Sede Parroquial de una nueva Parroquia. Del Templo actual, la primera piedra se bendice en 1976 y con el gran apoyo e ímpetu del Padre Victor Ferro Moya, quien fuese en aquel tiempo Vicario de San Juan, se empieza a construir y se dar por terminado el Templo Parroquial que hoy en día todos conocemos.
Una vez aceptada la petición del Padre Francisco Herrera de hacer de Paso de Mata Cabecera Parroquial, se busca el titulo de la Nueva Parroquia y se acuerda en llamarle “Jesús el Buen Pastor”, así el 9 de marzo de 1991 es consagrado el Templo actual para el culto divino, y el 16 de septiembre del mismo año se erige por Decreto del Obispo de la Diócesis, Mario De Gasperín Gasperín, la Nueva Parroquia de “Jesús el Buen Pastor” en Paso de Mata, San Juan del Río, Querétaro, quedando bajo sus jurisdicción las comunidades de Cazadero, San Sebastián de las Barrancas, Santa Bárbara (La Cueva), Palmillas, Puerta de Palmillas, San Miguel arcángel (El Ranchito) y Palma de Romero. Monseñor Florencio Olvera Ochoa, en aquel entonces Vicario General de la Diócesis, y ahora Obispo de Cuernavaca, le entrega la Parroquia al primer Párroco, el Padre Gabino Tepetate Hernández, a él le ha correspondido iniciar el trabajo de hacer conciencia de Parroquia y de poner los cimientos de un trabajo mas organizado a favor de la fe. Después de una decena de años, llega el segundo Párroco, el Padre Gabino Martínez, quien apoyado por el Padre Vicario Daniel Mendieta, continúan con la labor de Dios por un espacio de dos años. El Padre Gabino Martínez, debido a su salud, permanece poco tiempo a cargo de la Parroquia. Actualmente el Señor Cura es el padre Miguel Cano, quien con toda seguridad esta continuando con la labor iniciada por sus antecesores.
Se celebran dos fiestas en esta comunidad, la primera el fin de semana más próximo al 12 de febrero con motivo de la fundación del pueblo, y se honra de manera especial a la Santísima Virgen Maria en su advocación de Guadalupe. La otra festividad es la del Santo Patrono de la Parroquia, Jesús el Buen Pastor y se celebra el cuarto Domingo de Pascua en una fecha movible. Ambas fiestas son importantes, aunque la segunda debería serlo aun más por celebrar al patrono parroquial, aun nos falta promover la fiesta del Jesús el Buen Pastor y darle el realce que merece.
En el censo que se llevo a cabo bajo la dirección del Padre Gabino Tepetate, se arrojo un conteo de aproximadamente 500 familias y con un promedio de 5 a 6000 habitantes tan solo en nuestro Pueblo de Paso de Mata. Contamos con una Escuela Primaria ya de antaño y con una Secundaria Técnica, así como pre-escolar. Ya existen algunos profesionistas originarios de este poblado; algunos licenciados, ingenieros y maestros, así como dos sacerdotes hijos de este pueblo; el Padre José Guadalupe Chávez, fallecido hace ya muchos años y el Padre Jorge Jiménez, Padre Javeriano. Contamos con servicio de agua potable y con instalaciones aun sin usar de drenaje, desde hace aproximadamente 4 años, se tiene el servicio de línea telefónica y luz eléctrica desde hace ya algún buen tiempo. La columna de transporte público es algo también digno de mencionar que al parecer funciona como una comuna de todo el pueblo, el servicio de taxis esta vigente durante la mayor parte del día. Gracias al parte del apoyo municipal y a la organización de nuestra gente, ya hay camino de pavimento desde la entrada del pueblo hasta casi el centro de la población que hará más rápido y cómodo el traslado de aquí a otros lugares. Aun hacen falta muchas cosas, pavimentación en las calles, un drenaje funcional y no contaminante, áreas verdes y lugares de esparcimiento sano para los niños y los jóvenes.
La mayoría de nuestra gente trabaja en la industria en la cabecera municipal, casi todos como obreros y algunos empleados. Tenemos algunos coterráneos que aun se dedican al cultivo del campo, algunas familias aun crían animales para uso doméstico. Algunos parten a los Estados Unidos, aunque en comparación con otras comunidades del municipio, no son muchos los que emigran. Existen algunos negocios en la comunidad, aunque cada ocho días constatamos lo surtido de la plaza dominical a la que acudimos a comprar víveres.
De la cultura propia de nuestro pueblo, hace algún tiempo se destacaba la charrería, y no había fiesta del pueblo sin un jaripeo o una charreada, desgraciadamente parece que esta manifestación que se sentía muy propia, se esta extinguiendo para dar paso a otras actividades no tan de nosotros los mexicanos como los rodeos.
Podríamos decir que aunque nuestro pueblo va mejorando y progresando poco a poco, hasta ahora, si lo comparamos con otros poblados, no pierde aun del todo su cultura, aunque hace falta rescatar algunas manifestaciones que se han ido perdiendo, para seguir siendo a mucho orgullo una ranchería, sí, pero con afanes de progreso, gente de rancho ¡también! pero noble y con ganas de progreso intelectual, físico, espiritual y cultural. Ojala nunca se acaban los saludos de todos para con todos, que no se extingan las buenas costumbres como las señoras que muy temprano acuden al molino para moler su nixtamal. No dejemos que se apaguen los cantos de los gallos y el cacareo de las gallinas muy de madrugada, que se sigan escuchando el rebuznar de los burros y que sigamos mirando por nuestras calles las caravanas de juntas y burros con el arado a lomo para ir en compañía de sus dueños a la milpa. Que sigamos oliendo la leña que se quema, que el anuncio de tortillas recién echadas se siga viendo cuando veamos salir el hilillo del humo que sube escapando por las rendijas de las tejas. Que aun queramos disfrutar de los frijoles sancochados al calor de la leña. Salvemos la naturaleza de nuestro entorno, que veamos de nueva cuenta el verde esmeralda de los magueyes y los nopales, las tunas y garambullos, no olvidemos la música el olor y el color de nuestro ayer que es el secreto de nuestro hoy.
Documento elaborado aproximadamente en el 2006 por el Padre José R. Mejía